Mucho se habla a veces en las críticas de canciones redondas, pero pocas veces el círculo cierra tan bien como en ‘Escuela de Verano’, de Waldorf Histeria. Es la canción de referencia de ese disco homónimo que los madrileños editaron hace ya casi tres años. Si en el album sabían remitir a los Ramones en pildorazos de entre minuto y medio y dos minutos, en la canción necesitaron algo más para contar uno de los más vívidos mitos de amor adolescente y veraniego que recuerdo.
A la puerta del colegio
me cogiste de la mano
Tu carpeta iba forrada
con fotos de grupos raros
Tenía la boca seca
y el corazón desbocado
y es que a mí este tipo de cosas nunca me había pasado
El pop se hizo para esto: para el amor teen, para que cantáramos sobre estar en nuestras habitaciones, donde nos sentimos seguros. Para decirle que le quieres de tantas maneras posibles que nunca te quedases sin munición.
Si el relato oral siempre ha servido para entender el mundo, para que los viejos den buenos consejos (por no poder dar malos ejemplos), para crear mitos con los que sentirnos mejor, el pop es nuestro sustituto. Y ‘Escuela de Verano’ habla de enamorarse, que alguien te enseñe lo nunca visto, cosas que no entran en el temario, vivir con el corazón desbocado… y no pegar ni palo al agua.
Era el final del mes de junio
el principio del verano
y sin darnos cuenta, los exámenes habían acabado:
yo, como siempre, septiembre;
tú, matrículas, notables y aprobados.
Tú, a tu playa de siempre;
Y yo a la escuela de verano.
Si Airbag cantaban a lo que ocurre en la elipsis narrativa con la que sostenemos el verano eterno, Waldorf Histeria lo hacen a lo que pasa si eres tú quien se queda fuera de eso y todos disfrutan mientras a ti toca estudiar.
Te escribí un montón de cartas,
pero no me contestaste
Escuchaba una y otra vez
las cintas que me grabaste.
Es lo único bueno
que recuerdo de aquel verano.
Los profesores decían
que era un alumno poco aplicado
Y, ojo, que esta época es cruel y habrá más grupos que nos lo canten. El verano no admite que nadie se queda fuera: si eres de esos, tendrás que soportar las consecuencias.
Y el primer día de clase
te encontré con tus amigos
me contaste tu verano,
y te conté que había repetido
Y apareció un chico alto,
fuerte, rubio y bien parecido
y lo que sentí por dentro
mejor no te lo digo
¿Veis como los chicos altos y delgados nunca son los hermanos? ‘Escuela de Verano’, como todo aquel gran disco homónimo de Waldorf Histeria, aún se regala en Bandcamp. Parafraseando a Cortázar (vía Migala): “No te regalan una canción, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para engancharte y mantener viva la leyenda”.
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