Cuando nos ponemos plastas con alguna banda suele ser por un buen motivo. Como en el caso de los noruegos Leprous, que siempre han sido muy bien recibidos en esta santa casa con cada lanzamiento que nos han brindado. Su enorme clase, su extraordinaria ambición y la maestría que destilan en su metal progresivo les coloca de cabeza en puestos de honor de la primera división del prog, quizá no tanto por términos de popularidad pero sí por calidad. Qué mejor ocasión que su nuevo paso por nuestro país para poder repasar cada uno de sus trabajos y poder comprobar que, aunque ya empezaron demostrando un grandísimo nivel, nunca han parado de dar pasos adelante. Y que sigan así durante mucho tiempo.
